PUBLICIDAD
Biodegradación de plásticos agrícolas a través de insectos y microorganismos
Acaba de ponerse en marcha el proyecto AP-Waste, en el que participa Itene, y que tiene como objetivo la biodegradación de plásticos agrícolas a través de insectos y microorganismos.
23.07.2020 El proyecto AP-Waste, financiado por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, busca convertirse en una referencia internacional en el ámbito del tratamiento y valorización de plásticos fuera de uso a través de su tratamiento con combinaciones específicas de insectos y microorganismos.
El proyecto ha sido impulsado por el Grupo Operativo integrado por ASAJA, Sigfito, Repsol, Cebas-CSIC, el centro tecnológico Itene y la Universidad Miguel Hernández.
El proyecto AP-Waste se centrará en cinco tipos de agroplásticos, analizará más de 1.500 muestras y se realizarán experimentos en seis laboratorios y granjas de cría de insectos. Estas cifras lo sitúan como uno de los mayores estudios a nivel mundial para la biovalorización de plásticos fuera de uso.
La ayuda de los insectos
El proceso se iniciará con la recogida de residuos plásticos agrícolas empleados en diferentes tipos de cultivos. Seguidamente se someterán a diferentes pretratamientos, tanto físicos como químicos. Con dichas acciones el objetivo es acelerar los procesos de biodegradación antes de que los insectos comiencen a actuar.
La acción de biodegradación de los plásticos por parte de los insectos se produce gracias a los microorganismos propios que poseen en sus sistemas digestivos, que permiten descomponer y eliminar un porcentaje elevado de los agroplásticos.
Además, los insectos presentan una capacidad de adaptación asombrosa, tanto a los alimentos disponibles, como a las condiciones. Esta cualidad hace de ellos la especie animal más resistente y extendida de la naturaleza. De esta manera, los insectos pueden transformar casi cualquier residuo orgánico y muchos de los inorgánicos, en productos de alto valor añadido. Concretamente, los insectos convertirán los residuos plásticos agrícolas en quitina, un polisacárido que se halla en sus exoesqueletos y que puede servir para la producción de bioplásticos.
El papel los agricultores
La UE calcula que para 2050 habrá acumuladas en el medio ambiente más de 12 millones de toneladas de agroplásticos.
El proyecto AP-Waste propone que los agricultores se encargen de la recogida de sus propios residuos plásticos y que reciban una compensación económica por ello.
Además, en el marco del proyecto, los residuos plásticos serán recuperados y devueltos como nuevos materiales a los fabricantes de plásticos para que con dicha materia prima (la quitina mencionada) puedan generar bioplásticos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente.
Los beneficios de AP-Waste
Además de en quitina, los insectos ayudarán a transformar los residuos plásticos agrícolas en biofertilizantes de alta calidad y en otros productos para su uso en aplicaciones que no impliquen contacto alimentario.
Con todos estos datos, AP-Waste permitirá numerosos beneficios medioambientales y económico. Así, por ejemplo, supondrá la retirada y valorización de más de 220.000 toneladas/año de plásticos del medio ambiente. Ello representará una reducción potencial de emisiones en la agricultura de más de 1.000 Tm de CO2 y de cerca de 1.000 Tm de amoniaco.
Igualmente, se calcula que podrá generar una riqueza para el medio rural de más de 200 millones de euros anuales. También, más de 22.000 puestos de trabajo.
De esta manera, desde Itene están convencidos de que el proyecto AP-Waste ayudará al sector primario nacional a convertirse en un referente mundial en la aplicación de modelos de economía circular con alto impacto bioeconómico.
*Para más información: www.itene.com