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RUGUPLAS: biopolímeros a partir del alga Rugulopteryx okamurae


12/06/2025

En el marco del proyecto RUGUPLAS, AIMPLAS estudia la caracterización del alga Rugulopteryx okamurae y su valorización para la producción de biopolímeros.

Cristina Furió, investigadora del Laboratorio de Microplásticos de AIMPLAS, Instituto Tecnológico del Plástico explica los detalles de la investigación.

El proyecto RUGUPLAS pretende desarrollar una solución circular para uno de los principales retos que afectan a la industria pesquera española: la proliferación incontrolada del alga invasora Rugulopteryx okamurae. Desde 2016, la propagación de esta alga en las costas españolas provoca serios problemas para los sectores pesquero y turístico. Los grandes volúmenes de alga se acumulan en playas y otras zonas del litoral, desplazando a las especies autóctonas y afectando al turismo de playa. Además, el alga se dispersa de forma masiva y se acumula en el fondo marino. Ello provoca atascos y saturación en los utensilios de pesca, generando importantes pérdidas económicas y operativas.

Figura 1.- Rugulopteryx okamurae colapsando redes de pesca.

Para abordar este problema, la Asociación Hombre y Territorio (HyT) está coordinando el proyecto RUGUPLAS y trabajando con AIMPLAS. El objetivo es evaluar la viabilidad técnica de utilizar esta alga como recurso para la producción de biopolímeros o biomateriales que puedan sustituir los plásticos de un solo uso en las cofradías.

Con este propósito, el alga se caracteriza tanto en la columna de agua como en arribazón a lo largo de las cuatro estaciones del año. Esta caracterización incluye el análisis de macronutrientes, pigmentos, minerales, oligoelementos, vitaminas y aminoácidos. Además, se ha establecido un perfil microbiológico y se están examinando diversos contaminantes como microplásticos, metales pesados y pesticidas absorbidos por el alga.

Figura 2.- Técnicas analíticas para la caracterización de Rugulopteryx okamurae.

En función de la presencia y concentración de compuestos de alto valor en el alga, se evaluará su potencial de valorización como recurso dentro de la bioeconomía.

Más detalles del proyecto RUGUPLAS

En cuanto a la dinámica de biodegradación, cabe destacar que el medio marino alberga un microbioma característico que puede verse alterado por la presencia de Rugulopteryx okamurae. Dado que esta dinámica funciona como indicador de las condiciones ambientales, se ha empleado para cuantificar el impacto del alga en el ecosistema.

Con este fin, a lo largo de las cuatro estaciones del año se recogieron muestras de agua en contacto directo con la biomasa, que han servido para monitorizar el proceso de biodegradación y describir la evolución estacional de las comunidades microbianas mediante secuenciación de alto rendimiento de genes marcadores bacterianos y eucariotas.

Figura 3.- Experimento para la evaluación de la biodegradación.

Este proyecto se desarrolla con la colaboración de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, y se cofinancia por la Unión Europea por el FEMPA (Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura).

En él participan también tres cofradías de pescadores de zonas marinas que están experimentando los efectos negativos del alga invasora. Estas cofradías son la de Sanlúcar de Barrameda en Cádiz, la de Estepona en Málaga y la de Gandía en Valencia.

*Para más información: www.aimplas.es

Mundoplast

11.06.2025

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