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SPhere lanza un bioplástico a partir de caña de azúcar


20/07/2010


El polietileno vegetal es el primer bioplástico con producciones industriales que permite absorber carbono y que presenta un potencial de reducción de gases de efecto invernadero.

Después del lanzamiento del primer producto bioplástico 100% biodegradable y compostable a base de fécula de patata, SPhere amplía su oferta con un nuevo plástico reciclable y de base totalmente renovable fabricado con etanol a base de caña de azúcar.

La compañía sigue con su estrategia iniciada en 2005 de reemplazar los recursos fósiles por fuentes vegetales, mediante el uso de bioplásticos, y ha comenzado a invertir en polietileno vegetal, un material revolucionario.  En enero de 2011, SPhere tiene previsto reemplazar la totalidad de sus productos de polietileno fósil con polietileno vegetal para todas sus marcas nacionales, en Francia y en Europa: bolsas de basura, bolsas de congelación y filmes transparentes.

SPhere calcula que entre 15 y 20.000 toneladas de bolsas de polietileno vegetal pueden reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera en 78.000 toneladas respecto a las bolsas de polietileno fósil.

El polietileno vegetal es el primer bioplástico con producciones industriales que permite absorber carbono y que presenta un potencial de reducción de gases de efecto invernadero.

Se fabrica con etanol a base de caña de azúcar y para determinadas aplicaciones, también, con fécula de patata. La fécula de patata da elasticidad, opacidad y textura, mientras que la caña de azúcar permite obtener las mismas propiedades mecánicas que una bolsa de polietileno fósil.

La caña de azúcar es una gran fuente de carbono natural ya que contribuye a reducir mucho más CO2 durante la fase de crecimiento, que otras plantas productoras de etanol.

 Además, la caña de azúcar es un cultivo especialmente eficaz con un rendimiento de más de 2 toneladas de polietileno vegetal por hectárea, es decir de 5 a 10 veces más que los otras plantas utilizadas para producir etanol. El polietileno vegetal se fabrica a partir de la caña de azúcar y tras una fermentación alcohólica produce etanol. El etanol se transforma en etileno y después en polietileno.

Los residuos sirven de combustible y alimentan con energía la fábrica donde se produce el etanol. Por lo que es otra fuente de ahorro de CO2 respecto a un proceso de fabricación de polietileno usando el petróleo. Algunas fábricas pueden hasta suministrar electricidad a los pueblos de los alrededores. La otra parte de los residuos (vinote) se usa como abono a los cultivos de caña de azúcar.

El polietileno vegetal es también el primer bioplástico reciclable que no contamina las corrientes actuales de polietileno. Aunque fabricado a partir de carbono vegetal, el polietileno vegetal es exactamente igual al polietileno a base de carbono fósil.

* Para más información: www.sphere-spain.es

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