PUBLICIDAD

Unos 28 socios del proyecto OE-P, entre grupos de investigación y empresas, tratarán de encontrar en los próximos tres años nuevas aplicaciones del plástico en la electrónica, tras el éxito de comercialización de productos como el papel electrónico flexible.
En los últimos años se han realizado numerosos avances en el campo de la electrónica basada en materiales orgánicos, que ha permitido el desarrollo de productos que han resultado ser un gran éxito, como son los diodos emisores de luz o el más reciente papel electrónico flexible. Sin embargo, la industria de la electrónica avanza rápidamente y sus necesidades cambian a un ritmo más acelerado de lo que lo hacen las investigaciones.
Para hacre frente a esta creciente demanda, este mes se pone en marcha el proyecto de investigación europeo OE-P (Organic anomaterials for Electronics and Photonics), que durante tres años trabajará para desarrollar nuevas soluciones para el campo de la electrónica y la fotónica futuras, incidiendo especialmente en el campo de materiales orgánicos funcionales y de bajo coste que puedan adaptarse al gran abanico de futuras aplicaciones de la electrónica.
En el proyecto OE-P participarán 28 socios que formarán 8 grupos de trabajo, de los cuales uno estará formado por un equipo de investigadores español. En concreto, este grupo estará dirigido por Concepció Rovira, Marta Mas-Torrent y Jaume Veciana, del Instituto de Ciencias de Materiales de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, y se centrará en la obtención de compuestos orgánicos con propiedades semiconductoras, electrodos orgánicos y superficies funcionalizadas con moléculas magnéticas que puedan actuar como interruptores.
El proyecto OE-P cuenta con un presupuesto de 26 millones de euros, de los cuales 18 millones están financiados por el 7º Programa Marco de la UE.
*Para más información: Proyecto OE-P