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AIMPLAS desarrolla botellas biobasadas para uso en laboratorios


08/01/2025

AIMPLAS desarrolla nuevas botellas biobasadas y biodegradables para los laboratorios de control del agua potable que minimicen el impacto ambiental.

El control de calidad de las aguas de consumo humano es un pilar base en la salud de la población. Para este fin, los laboratorios de control de calidad abordan una importante labor de prevención y control, lo que lleva implícito la toma de muestras para su traslado a las instalaciones para su análisis a través del uso de un elevado número de botellas de plástico.

En un estudio preliminar realizado en 2022 por Aguas de Alicante que contó con tres laboratorios más del grupo Agbar, se estimó un consumo anual de 125.000 botellas de polietileno. En este mismo estudio se comprobó que los biopolímeros podían funcionar como alternativa real a estas botellas de polietileno.

A raíz del estudio y persiguiendo reducir el impacto ambiental por el consumo de plástico de origen fósil en estos laboratorios, Aguas de Alicante, Labaqua, Assur Medical y la Universidad de Alicante se unieron a AIMPLAS para conseguir este objetivo medioambiental. Así, el consorcio lanzó en 2023 el proyecto de investigación B3CLAB para la fabricación de botellas biobasadas y biodegradables, financiada por el Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación (IVACE+i), a través de la convocatoria de Proyectos Estratégicos en Cooperación 2023 de la Agencia Valenciana de la Innovación, provista con fondos europeos FEDER.

Los obstáculos que afronta AIMPLAS

Tal y como ha explicado el investigador de referencia del Laboratorio de Microplásticos en AIMPLAS, Juan Francisco Ferrer, “considerando el número tan elevado de botellas consumidas por los laboratorios de control de la calidad del agua se hace necesario emprender un estudio de estas características para intentar eliminar en la medida de lo posible la gran cantidad de plástico utilizado. El uso de bioplásticos ofrece una alternativa para la fabricación de envases, sin embargo, todavía no se ha extendido ampliamente en la industria de los laboratorios de control de análisis, debido a factores como las propiedades mecánicas y físicas del material, costes y problemas en la gestión de residuos”.

El problema primario que tienen los plásticos biobasados y biodegradables es el rango de temperaturas que pueden soportar en su procesamiento. De forma general, la temperatura necesaria durante los procesos de inyección o extrusión suele ser excesiva para este tipo de polímero, lo que provoca su degradación.

 “El objetivo es dar con la formulación adecuada para desarrollar una botella de un polímero biodegradable que pueda procesarse por el mejor método posible y cumpla con las propiedades exigidas para la toma de muestras de agua para su posterior análisis en los laboratorios. De este modo, podríamos sustituir los polímeros utilizados habitualmente procedentes de la petroquímica por polímeros de origen bio y biodegradables para así ofrecer al mercado un producto que contribuya a lograr el objetivo de cero emisiones netas para 2050”, ha explicado Francisco Ferrer.

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*Para más información: https://www.aimplas.es/

MundoPlast

08.01.2025

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