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Comienzan a notarse los efectos del coronavirus sobre la industria china
Como la gran fábrica del mundo que es, lo que afecte a los numerosos centros de producción en China, tendrá consecuencias económicas a nivel mundial.
30.01.2020 La ciudad de Wuhan, principal foco de la enfermedad, es uno de los centros industriales más importantes del país, en el que operan algunas de las mayores corporaciones nacionales y grandes multinacionales.
Como consecuencia de la rápida expansión de la enfermedad y en previsión de mayores contagios, muchas compañías con plantas en la zona han decidido prolongar las vacaciones por el año nuevo e incluso cerrar temporalmente sus fábricas y dejar a los trabajadores en casa.
Además, dado que el virus se ha propagado ya por todas las provincias chinas, dejando un reguero que se acerca ya a los 200 muertos y supera los 7.000 infectados, las consecuencias pueden ser aún más graves.
Medidas para evitar más contagios
De momento, son varias las compañías aéreas que han cancelado vuelos con la zona del epicentro de la posible pandemia y numerosos países están repatriando a sus ciudadanos de la zona.
Pero contener el virus es algo realmente difícil de controlar, dada la relación de todo el mundo con China, sus fábricas y sus ferias. Por ello, el número de nuevos casos en otros países va en aumento. Además de los cierres, cancelaciones de hoteles y vuelos, son muchas las multinacionales que están sacando a sus trabajadores del país o directamente les han prohibido viajar allí.
De esta manera, según recoge la prensa internacional, entre las empresas afectadas figuran fabricantes de automóviles como Toyota, Tesla, General Motors, Nissan, Ford, Honda, o Grupo PSA; fabricantes de dispositivos electrónicos y empresas de tecnología como Siemens, Xiaomi, Honeywell, Foxconn (Apple), Samsung, Alibaba o Google; o cadenas de establecimientos comerciales como StarBucks, McDonalds, H&M o Ikea.
Igualmente, son muchos los fabricantes de maquinaria y equipamiento para plásticos, además de los productores de materias primas, que cuentan con instalaciones en China y a los que una prolongación de esta situación podría terminar afectándoles.
Lo mismo que a la mayor feria asiática del sector del plástico, Chinaplas, que celebrará su próxima edición del 21 al 24 de abril en Shanghai.
En función de la duración y de la gravedad de esta crisis, junto al drama de los fallecimientos, las consecuencias económicas podrán serán más o menos cuantiosas. Hasta el momento, lo único positivo de toda esta situación es que hay numerosos casos de personas que ya han superado la enfermedad.