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El fabricante alemán Kreyenborg ha conseguido la certificación de la EFSA para su tecnología de descontaminación IR-Clean, según ha informado la propia compañía.
La empresa alemana de ingeniería mecánica Kreyenborg, representada en España por Coscollola, ha logrado un hito importante en el marco del nuevo reglamento (UE) 2022/1616 de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). En concreto, este organismo ha validado el sistema IR-Clean para que los clientes puedan utilizarlo para procesar escamas de PET reciclado y certificar sus productos para uso alimentario, cumpliendo así con la legislación.
A finales de mayo de 2025, la EFSA aprobó la tecnología por infrarrojos IR-Clean, especializada en la descontaminación de materiales a granel en los sectores del plástico y la alimentación. Este proceso permite descontaminar escamas de PET reciclado (rPET), para volver a utilizarlas en envases alimentarios.
Así, la tecnología IR-Clean de Kreyenborg recibirá un número de autorización de reciclado (RAN) y se inscribirá en el registro público de tecnologías autorizadas. Varios sistemas IR-Clean ya habían sido valorados positivamente por clientes bajo el anterior reglamento (CE) 282/2008. Con la nueva normativa (UE) 2022/1616, tanto Kreyenborg como sus clientes del sector del packaging se beneficiarán de un procedimiento de aprobación más ágil y estandarizado.
Tras analizar los datos del denominado “Challenge test”, el panel de expertos de la EFSA concluyó que el rPET obtenido mediante el proceso IR-Clean no presenta riesgos para la salud. De este modo, se puede reutilizar en envases para alimentos siempre que se cumplan unas condiciones.
La primera de ellas es que dichas escamas de rPET para envases alimentarios se almacenen a temperatura ambiente o inferior. Igualmente, la segunda condición es que el material de partida debe estar compuesto por escamas de PET posconsumo, lavadas y secas, procedentes de envases conformes con la legislación de la UE sobre materiales en contacto con alimentos, y con un máximo del 5% de PET procedente de aplicaciones no alimentarias.
Finalmente, el proceso ha de operar bajo las mismas condiciones estrictas validadas durante el challenge test evaluado por la EFSA.
El proceso de evaluación que utiliza la EFSA ha tenido en cuenta dos fases clave: la del secador por infrarrojos (IRD) y la de la unidad de acabado (finisher). Como apunta Marcus Vogt, director técnico de ventas para el área de plásticosde Kreyenborg, “Ambas fases han sido fundamentales para alcanzar el nivel de eficiencia en la descontaminación que ahora ha sido reconocido oficialmente”.
Este recorrido ha incluido no solo los requisitos europeos, sino también las normativas de la FDA estadounidense.
“Las soluciones IR-Clean ofrecen una combinación de seguridad, trazabilidad y cumplimiento normativo para las empresas que trabajan con PET reciclado en aplicaciones alimentarias”, añade Miguel García, responsable de Ventas para Extrusión en Coscollola.
Desde su experiencia en el ámbito de la extrusión y el reciclaje, Coscollola, representante exclusivo de Kreyenborg en España y Portugal, proporciona soporte técnico especializado a las compañías interesadas en integrar esta tecnología en sus procesos productivos.
*Para más información: www.coscollola.com
30.07.2025