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Los fabricantes de fleje, acorralados por el impuesto al plástico


31/07/2025

Varios fabricantes de fleje concentrados en Cataluña denuncian que el impuesto al plástico ha encarecido sus productos un 20%, un incremento que no han podido repercutir a sus clientes.

fleje

Según estas empresas, agrupadas en la Unión de Fabricantes de Fleje (UFF), el impuesto al plástico, en vigor desde enero de 2023, grava con 450 euros por tonelada la venta de fleje, polipropileno, poliéster y todos los polímeros vírgenes. Así, según la UFF, debido a este impuesto, su producto (el fleje) se ha encarecido un 20%. Ello ha hecho que esta subida se traslade a los precios de los procesos de transporte y seguridad logística sin que las empresas de este sector hayan podido repercutir a sus clientes, dado que se trata de un mercado muy competitivo en precios.

Asimismo, la UFF culpa a este impuesto, que supone 450 millones de euros anuales para las arcas del Estado, de haber acelerado el cierre de empresas productoras de fleje en España. De hecho, menciona que, de las diez empresas dedicadas a la producción de fleje a nivel nacional que había a inicios del siglo XXI, hoy sólo quedan cuatro: Plasticband, Comosa, Sorsa y Cyklop, todas ellas en Cataluña.

Para Raúl Mañes, de Comosa, «Se ha perdido un 60% de la industria en el siglo XXI«. Por su parte, desde Cyklop, Javier Santos afirma que: «La producción en España ha caído en picado, ya que las empresas clientas han pasado a comprar en países donde no se aplica este impuesto y, en consecuencia, el fleje es más barato, como Portugal o Turquía«.

En la misma línea, Marc Rojas, de Sorsa, considera que: «El resultado ha sido hundir a una industria sostenible y ambientalmente preparada sin conseguir ninguna mejora ambiental, dado que los flejes importados no son 100% reciclables«.

Movilización

Por ello, la UFF ha iniciado una campaña de contactos con agentes sociales, empresariales, la administración y grupos parlamentarios para, bien derogar el impuesto —como ha sucedido con los recargos a las energéticas o a la banca—, o bien, para establecer normas y controles que eviten la competencia desleal de productos de otros países, tanto de dentro como de fuera de la UE, que no cumplen esta norma.

Duras declaraciones de los fabricantes de fleje

Para Jordi Guimet, de Plasticband y portavoz de la UFF: «Aunque este impuesto se presentó como un método para fomentar la sostenibilidad, la realidad es que tiene un afán recaudatorio. Incrementa los costes del transporte, afecta a la competitividad y las empresas productoras no han podido repercutir este incremento brutal de coste a sus clientes, por lo que, en la práctica, las empresas nos hemos convertido en agentes recaudadores del Estado«.

Desde la UFF insisten en que “el dinero recaudado no tiene un objetivo finalista, sino que va a una caja común y se destina a gastos generales de la administración, o, lo que es peor, a comisiones por corrupción, tal y como se ha descubierto en los últimos tiempos”.

Además, la UFF denuncia que existe una práctica fraudulenta de certificaciones falsas que genera competencia desleal. Porque los flejes importados de terceros países no cuentan con certificaciones como RecyClass, AENOR, etc., y tienen un impacto ambiental elevado.

*Para más información: PlasticbandComosaSorsaCyklop

MundoPlast

31.07.2025

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