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Stadler instala una moderna planta de clasificación de envases en Japón
Stadler ha diseñado e instalado una vanguardista planta de clasificación de envases ligeros para la empresa TBM, en Yokosuka, Japón.
TBM es una start-up japonesa centrada en desarrollar nuevos materiales respetuosos con el medio ambiente y nuevos modelos de reciclaje de recursos.
Su producto estrella es Limex, un material sostenible revolucionario, alternativa al plástico y al papel, que puede utilizarse para fabricar envases y film retroiluminado. Su fabricación se realiza principalmente con piedra caliza. Su huella hídrica es un 97% inferior a la del papel, y su huella de carbono es hasta un 40% menor que la del plástico en todo el ciclo de vida útil del producto. Asimismo, Limex tiene la ventaja de su reciclabilidad.
Dentro de su estrategia para potenciar el empleo de Limex, TBM encargó a Stadler el diseño y la instalación de una planta de clasificación vanguardista. La planta permite separar Limex y envases ligeros de plástico, y reciclarlos en pellets para fabricar nuevos envases.
Así funciona la planta de Stadler en Japón
La planta de clasificación recibe balas de envases ligeros de plástico y Limex y las clasifica en metales, PP, PE, PS, PET y plástico mixto para CDR, una fracción 2D y finos. La planta utiliza las últimas tecnologías para lograr la calidad necesaria para reciclar los productos de salida. Ello incluye un separador balístico de dos niveles, cintas transportadoras de alta velocidad de 2,9 metros de ancho, un sistema de silo de Stadler y cinco clasificadoras ópticas automatizadas de infrarrojo cercano (NIR).
Dadas las características del material clasificado y las limitaciones de espacio del edificio de la planta, el proyecto requería soluciones personalizadas innovadoras. Así, por ejemplo Stadler colocó el separador balístico en una estructura de acero con una ligera pendiente para lograr la inclinación adicional que necesitaban las palas (superior al máximo de 25 grados de la máquina) para optimizar el proceso de clasificación y mejorar la calidad.
El ingenio de Stadler en las etapas de diseño y construcción dio muy buenos resultados, y la planta se completó a plena satisfacción de TBM. De esta manera, Stadler finalizó a tiempo la puesta en marcha en tan solo 18 semanas, tal como estaba planeado.
Relación estrecha con el cliente
Para Stadler es clave la completa colaboración con el cliente para llevar a cabo los proyectos de forma conjunta y exitosa. Así, en este caso, organizó una visita del equipo de TBM a una planta similar construida por ella en Hyūga. Esta visita resultó clave para TBM a la hora de decidirse, por su nivel de excelencia operativa, además de por su estética.
Igualmente, a la hora de desarrollar el diseño, Stadler realizó pruebas en Alemania, y luego probó el material de TBM en la planta de Hyūga. De esta manera, las pruebas realizadas sirvieron para reafirmar la decisión de TBM.
Stadler también facilitó una amplia formación a los trabajadores de TBM para que supieran manejar los equipos de forma eficaz, y su labor no termina aquí, ya que continuará prestándole soporte.
*Para más información: www.w-stadler.de
19.12.2022