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Los plásticos son esenciales en la industria alimentaria para el almacenamiento y conservación de productos, garantizando higiene y seguridad.
Sin embargo, no todos son aptos, ya que algunos pueden liberar sustancias tóxicas o incumplir normativas, representando un riesgo para la salud y el medio ambiente.
Este artículo analiza los plásticos más utilizados en la industria alimentaria, aquellos que están prohibidos y los criterios esenciales para una selección segura y adecuada.
Así mismo, trata la importancia del monitoreo y control de calidad en la producción mediante herramientas especializadas como las de es.endress.com que permiten garantizar el cumplimiento de normativas y estándares de seguridad.
La selección de plásticos en la industria alimentaria debe garantizar resistencia, seguridad y compatibilidad con el producto. Algunos de los más utilizados incluyen:
Este plástico es ampliamente utilizado en envases de leche, botellas de zumo y tapas de alimentos. Su resistencia a impactos y a la humedad lo hace ideal para el almacenamiento seguro de productos líquidos y secos.
El PP es uno de los plásticos más versátiles en la industria alimentaria. Se usa en envases de yogur, tapas de recipientes, envases de salsas y vajillas desechables debido a su alta resistencia térmica y química.
Presente en botellas de agua, refrescos y envases de salsas, el PET es liviano, resistente y 100 % reciclable. Su uso es clave en la reducción de residuos plásticos, ya que permite múltiples reutilizaciones en distintos procesos.
Aunque el poliestireno expandido (EPS) ha sido objeto de restricciones, su versión más densa y segura sigue utilizándose en bandejas de alimentos, vasos térmicos y envases de productos frescos.
Este material se usa en botellas reutilizables y algunos envases de almacenamiento. Sin embargo, la versión tradicional contenía bisfenol A (BPA), por lo que su uso ha disminuido en favor de alternativas más seguras.
No todos los plásticos son aptos para el contacto con alimentos, ya sea por su composición química o porque liberan sustancias dañinas. Algunos de los que están restringidos incluyen:
El PVC es un material flexible y resistente, pero puede liberar compuestos tóxicos como ftalatos y cloruros, que pueden migrar a los alimentos, especialmente cuando están expuestos al calor.
Usado tradicionalmente en bandejas de comida y envases de bebidas calientes, este material ha sido prohibido en muchas regiones debido a su impacto ambiental y la posible liberación de estireno en los alimentos.
El bisfenol A (BPA) es un disruptor endocrino que puede afectar la salud si se libera en los alimentos. Por esta razón, se ha prohibido su uso en biberones y otros envases de consumo masivo.
Algunos plásticos reciclados pueden contener residuos químicos o contaminantes que los hacen inseguros para el contacto con alimentos. Es clave que cualquier material reciclado utilizado en la industria alimentaria cumpla con normativas estrictas de seguridad.
El uso de plásticos en la industria de alimentos no solo implica seleccionar los materiales adecuados, sino también garantizar su correcto manejo a lo largo de toda la cadena de producción. Factores como la temperatura, la exposición a sustancias químicas y las condiciones de almacenamiento pueden influir en la seguridad del producto final.
Para ello, es fundamental implementar sistemas de monitoreo que aseguren la calidad y el cumplimiento de normativas. En este sentido, los avances tecnológicos han permitido optimizar los procesos industria alimentaria, facilitando la detección de posibles riesgos y mejorando la eficiencia en la producción.
Además, regulaciones como las establecidas por la FDA en Estados Unidos o la EFSA en Europa juegan un papel clave en la determinación de qué materiales pueden utilizarse y cuáles deben evitarse en contacto con los alimentos.
En definitiva, los plásticos han transformado la industria alimentaria, facilitando el almacenamiento y distribución de alimentos, pero su uso debe regularse para proteger la salud y el medio ambiente.
Materiales como PET, PP y HDPE siguen siendo fundamentales en la industria alimentaria, mientras que el PVC y el policarbonato con BPA han sido eliminados por sus efectos negativos. Para garantizar la seguridad, las empresas deben optimizar sus procesos y seleccionar plásticos adecuados.
Con la implementación de tecnologías avanzadas y la correcta selección de materiales, la industria alimentaria puede garantizar calidad, seguridad y sostenibilidad en cada etapa de su producción.
13.03.2024