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La división Performance Materials de BASF completó el pasado 1 de enero la transición de todas sus plantas europeas a electricidad renovable. El centro de producción de Rubí, Barcelona, ha formado parte de este cambio.
Este hecho se aplica a la composición de plásticos de ingeniería, poliuretanos y poliuretanos termoplásticos y polímeros especiales. Con la llegada del nuevo año, se han reconvertido en total nueve centros de producción de Performance Materials en toda Europa.
La electricidad renovable y la elección de proveedores también juegan un papel crucial en toda la cadena de valor. Por ejemplo, BASF Performance Materials obtiene fibras de vidrio para el refuerzo de plásticos a través de 3B Fibreglass, uno de los proveedores de BASF que utiliza paneles solares para producir electricidad.
«Ludwigshafen, como el complejo químico integrado más grande del mundo, no puede cambiar completamente a la electricidad renovable de un día para otro. Nuestras propias centrales eléctricas de gas de ciclo combinado producen electricidad y vapor de proceso con una eficiencia del 95% con emisiones muy por debajo del nivel medio de la red. El cambio en este centro tiene que hacerse de forma gradual y nosotros, en Performance Materials, somos una parte líder de esta transformación«, expresa Alexander Weiser, Vicepresidente Senior y Director de BASF Performance Materials Europe.
En los próximos años, BASF se ha propuesto seguir transformando todas sus operaciones a nivel mundial a electricidad renovable. Esto se conseguirá gracias a la expansión de la producción de energía renovable a través de proyectos de gran calibre. Es el caso del extenso parque eólico marino de BASF y Vattenfall, ubicado en el Hollandse Kust Zuid, Países Bajos, que comenzó a operar en 2023 y permite tecnologías innovadoras y libres de emisiones en varios centros de producción de toda Europa. Schwarzheide, la segunda planta más grande de BASF en Alemania, integra desde ahora una capacidad de 24 megavatios a partir de energía solar.
«Sin embargo, la electricidad renovable no es la única palanca para reducir las emisiones de CO2. El vapor verde producido a partir de la electrificación de procesos y el uso de materias primas alternativas a través del enfoque de balance de masas desempeña un papel esencial en la transformación hacia una industria química sostenible«, aclara Martin Jung, presidente de la división Performance Materials de BASF.
BASF tiene como objetivo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 25% para 2030 en comparación con el año 2018 y convertirse en climáticamente neutral para 2050. Para alcanzar este objetivo, BASF presta cada vez más atención a las energías renovables, optimizando los procesos de adquisición y producción de materias primas, y fomentando e implementando una economía circular.
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*Para más información: https://www.basf.com/es/es
05.02.2025