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Bivalvos, el proyecto que apuesta por valorizar residuos marinos


27/04/2025

El Centro Tecnológico del Calzado, Inescop, encabeza el proyecto Bivalvos, una iniciativa I+D+i que trabaja en la transformación de los subproductos generados por la industria de moluscos bivalvos, como el mejillón o la clóchina, en materiales sostenibles.

Así, Bivalvos se define como un modelo de innovación alineado con los objetivos de la Estrategia Europea de Bioeconomía.

El proyecto cuenta con la financiación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Unión Europea y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER), y se está desarrollando junto a los centros tecnológicos ASINCAR, ITC, La Unió Llauradora i Ramadera y Clóchinas Navarro.

El objetivo de promover la economía circular valorizando los residuos y mermas de la industria mejillonera para ofrecerle nuevos usos en agricultura o alimentación se alinea con los retos de sostenibilidad que pretende alcanzar la industria acuícola. Esta persigue mejorar la eficiencia en el uso de recursos y reducir los residuos mediante la simbiosis industrial. 

Cada año, se generan en el mundo más de 10 millones de toneladas de conchas de moluscos, que acaban mayoritariamente en vertederos debido a la escasez de procesos de valorización eficientes. A esta cifra, hay que añadir los restos orgánicos que resultan de los procesos de producción y que también representan un desafío ambiental y económico para el sector.

Del océano a las plantas

Inescop asume un rol fundamental en el marco de este proyecto. Concretamente, en la valorización de la carne sobrante del mejillón para recolectar hidrolizados proteicos que funcionen como bioestimulantes agrícolas.

“Hemos podido recuperar entre el 60 y el 75% de la proteína presente en el mejillón con un contenido proteico superior al 40% y un porcentaje en aminoácidos libres que oscila entre el 15 y el 26% del total”, detalla Henoc Pérez, investigador de Inescop y especialista en revalorización.

Esta composición, mayoritariamente conformada por arginina, leucina, lisina y ácido glutámico, “favorece la producción de clorofila, la absorción de nutrientes y la estimulación del crecimiento de las plantas, afirma el experto de Inescop.

El proyecto, que en julio cumplirá su primer año de recorrido, se encuentra en pleno desarrollo de las pruebas de germinación in vitro, las cuales están dando sus frutos, ya que consiguen mejoras muy significativas en el crecimiento por germinación de las plantas.

Otras líneas de investigación

Además de la producción de biofertilizantes agrícolas, el proyecto Bivalvos desarrolla otras dos líneas de investigación. Por un lado, la fabricación de snacks funcionales, donde la carne de los moluscos que no puede comercializarse se transforma en un nuevo producto alimentario, y por otro, la formulación de bioplásticos y soportes cerámicos.

Del snack se esperan propiedades inmunomoduladoras que contribuyan a mejorar la salud de las personas a través de la alimentación. En el caso de los bioplásticos y los soportes cerámicos, se sacará partido al carbonato cálcico procedente de las conchas del mejillón, para que sean empleados en sistemas de depuración de aguas y en otras aplicaciones industriales.

*Para más información: www.inescop.es

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27.04.2025

  

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