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Endress and Hauser, en el proceso de fabricación del plástico


19/09/2023

En la fabricación de plástico, los espectómetros ayudan a monitorizar, medir y controlar el proceso para acelerar su desarrollo, aumentar su eficiencia y maximizar su seguridad y calidad. 

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Para la producción de plásticos la obtención de las materias primas, suele iniciarse a partir del petróleo crudo o el gas natural. Estas materias primas se extraen del subsuelo y se procesan en refinerías. Tras una serie de procesos, se obtienen los monómeros, que son las moléculas básicas para la fabricación del plástico. Aquí es donde puede entrar en juego la tecnología de empresas como Endress and Hauser España, que ayuda a analizar y monitorizar estos procesos con precisión.

Polimerización

La polimerización es uno de los procesos más fundamentales y emocionantes en la fabricación del plástico. Equivale a mezclar los ingredientes correctos en el orden adecuado para obtener el resultado final.

Si bien la palabra «polimerización» puede sonar complicada, su concepto resulta bastante sencillo. Deriva de «polímero», que proviene del griego «poly» (muchos) y «meros» (partes). En este proceso, pequeñas moléculas llamadas monómeros se unen entre sí para formar cadenas más largas, conocidas como polímeros.

Existen principalmente dos tipos de polimerización:

Adición o cadena: En este proceso, los monómeros se unen sin la pérdida de ningún átomo. Es como si tuviéramos una fila de personas dándose la mano, y cada persona representa un monómero.

Condensación o paso: Aquí, los monómeros se unen con la eliminación de pequeñas moléculas, como agua. Como si, al darse la mano, cada par de personas deja caer una gota de agua.

Pero la polimerización no ocurre simplemente mezclando monómeros. Se requieren condiciones específicas y, a menudo, la presencia de un catalizador, que es una sustancia que acelera la reacción sin consumirse en ella. Dependiendo del tipo de plástico que se quiera obtener, se pueden requerir diferentes temperaturas, presiones y catalizadores.

La polimerización es clave porque determina las propiedades del plástico resultante. Dependiendo de cómo se unan los monómeros y qué monómeros se utilicen, el plástico puede ser rígido, flexible, resistente al calor, transparente, etc.

En resumen, la polimerización es el corazón de la fabricación del plástico. Es el proceso que transforma pequeñas moléculas en los materiales versátiles que vemos y usamos cada día.

Aditivos y modificadores

Aunque los polímeros son la base del plástico, a menudo se les añaden aditivos para mejorar sus propiedades. Pueden ser colorantes, estabilizadores UV, plastificantes y muchos más. El análisis óptico de propiedades químicas, permite entender y controlar mejor estas adiciones para obtener un plástico de alta calidad.

Una vez que tenemos el plástico en su forma básica, es hora de darle forma. Existen diferentes técnicas como el moldeo por inyección, el moldeo por soplado o la extrusión. Cada una de ellas es adecuada para diferentes aplicaciones. Por ejemplo, las botellas de agua se fabrican mediante moldeo por soplado, mientras que los juguetes suelen hacerse por inyección.

Tras dar forma al plástico, es esencial enfriarlo para que mantenga su forma. Durante este proceso, también se pueden realizar otros acabados, como el pulido, la impresión o el lacado para dar al producto final un aspecto impecable.

En todo este proceso de la fabricación del plástico, impresiona la cantidad de trabajo y la tecnología que hay detrás de cada producto de plástico que utilizamos.

Pero, al mismo tiempo, es crucial recordar nuestra responsabilidad con el medio ambiente. Aunque el plástico ha mejorado nuestras vidas en muchos aspectos, su desecho inadecuado puede causar daños irreparables a nuestro planeta. Por eso, es calve reciclar y usar el plástico de manera responsable.

MundoPlast

19.09.2023

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