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Solución de Kreyenborg para cristalización y secado rápidos de PLA


10/11/2021

Kreyenborg, representado en España por Coscollola, da a conocer su tambor rotativo de infrarrojos (IRD) que consigue cristalizar y secar PLA en minutos, en lugar de en horas.

tambor rotativo kreyenborg

En este sentido, el tambor rotativo de infrarrojos (IRD) Kreyenborg, además de rapidez, aporta ahorro energético y cuidado del producto.

Funcionamiento del tambor rotativo de Kreyenborg

En primer lugar, material de alimentación se introduce en el tambor rotativo mediante un sistema de dosificación volumétrica. Seguidamente, mediante luz infrarroja, se aplica de forma rápida y directa calor en el núcleo del material. De esta manera el material se calienta desde el interior y expulsa la humedad mediante un flujo de calor desde el interior hacia el exterior. Igualmente, el aire, cargado de humedad, es expulsado mediante un flujo constante de aire desde el interior del tambor.

Una de las claves del tambor está precisamente en la espiral de movimiento continuo soldada al tambor giratorio, que garantiza un flujo de masa homogéneo con un tiempo de permanencia definido (principio de primera entrada/primera salida). Los elementos de mezcla integrados en las espirales, así como la rotación, garantizan la mezcla continua del material de alimentación.

Asimismo, los movimientos rotativos continuos evitan que el producto se bloquee y se agrupe. Gracias a ello se logran tiempos de secado de tan sólo 15 minutos.

Se trata de una reducción de tiempo muy importante con respecto a la que alcanzan los secadores de aire caliente convencionales, que en el caso del PLA puede durar entre 2 y 8 horas. Y es que los secadores normales pueden secar el PLA previamente cristalizado a 65-90 °C (150-190 °F); ya que unas temperaturas más elevadas podrían provocar el ablandamiento y el bloqueo del polímero en el secador. La mayor duración del proceso en estos casos conlleva aparejada un consumo de energía considerable.

Tratamiento del PLA

El ácido poliláctido (PLA) es uno de los bioplásticos de mayor popularidad. Sin embargo, al tratarse de un termoplástico higroscópico que absorbe fácilmente la humedad ambiente, supone todo un reto a la hora su cristalización y secado. Así, incluso la presencia de pequeñas cantidades de humedad hidroliza el biopolímero en
la fase de fusión y reduce su peso molecular. Ello afecta negativamente a las propiedades mecánicas del PLA y, por tanto, a la calidad del producto final.

Así, el PLA debe secarse a fondo directamente antes del proceso de fusión. En muchos casos, el polímero reciclado también debe cristalizarse antes del secado.

Por lo general, el PLA debe secarse hasta un nivel de humedad de < 250 ppm y mantenerse en este nivel para minimizar la hidrólisis durante el procesamiento de la masa fundida. Conseguir y mantener este tipo de niveles es indispensable.

A ello, precisamente, contribuye el tambor rotativo de infrarrojos de Kreyenborg. Un gránulo seco ayuda a controlar la pérdida de viscosidad relativa (RV), que debe ser inferior a 0,1. El control de la pérdida de RV es fundamental para mantener la resistencia al impacto, la viscosidad de fusión y otras propiedades importantes de la materia prima.

Para conocer con detalle tanto el funcionamiento como los resultados de la máquina, Kreyenborg invita a los interesados a participar en las pruebas de su planta piloto, también en formato online.

Asimismo, el producto podrá verse en el stand de Coscollola en la próxima edición de la feria Exposólidos, que tendrá lugar en Barcelona, del 1 al 3 de febrero de 2022.

*Para más información: www.coscollola.com

MundoPlast

10.11.2021

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