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Envases sostenibles mejorados a partir de residuos agrícolas
En el marco del proyecto BioNanocel, financiado por la Junta de Andalucía, Andaltec desarrollará envases con mejores propiedades para la conservación de alimentos, a partir de bioplásticos.
28.04.2020 Concretamente, el proyecto de I+D BioNanocel tiene como objetivo desarrollar envases de plástico activos a partir de celulosa procedente de restos vegetales de biomasa de la agricultura. Este bioplástico se utilizaría en la industria alimentaria, como materia prima para la fabricación de envases con propiedades mejoradas.
Se trataría de un producto procedente de desechos de la actividad agraria al que se conferiría un importante valor añadido. Para ello, los investigadores del centro, habrán de sintetizar plásticos biodegradables y compostables pensando en su misión: la de servir de continente a los alimentos
Precisamente esta finalidad es una de las premisas más reseñables de este proyecto, ya que estos materiales bioplásticos habrán de cumplir los elevados estándares de calidad del sector alimentario.
Junto a estos requisitos de seguridad alimentaria, el otro gran aspecto que pone en valor a este material es el de su sostenibilidad, característica cada vez más valorada.
Detalles del proyecto BioNanocel
De esta manera, el proyecto contempla la realización de diferentes demostradores de films con propiedades barrera frente al oxígeno, al vapor de agua, a las grasas y a los microorganismos. Gracias a estas propiedades barrerá se conseguirá conservar los alimentos en mejores condiciones y durante más tiempo, prolongando así la vida útil de los mismos.
BioNanocel se trata, por tanto, de un proyecto totalmente sostenible, dado que la principal materia prima de este bioplástico son los residuos del sector agroalimentario. Concretamente, sólo en nuestro país, esos restos representan el 22% de la producción total.
Según explica José Antonio Rodríguez, investigador de Andaltec responsable del proyecto, la biomasa vegetal incluye celulosa, hemicelulosa y lignina, como principales componentes. La celulosa, sustancia que más abunda en los restos agrícolas, es uno de los polímeros más extendidos en la naturaleza. Este biopolímero -como apunta Rodríguez- puede servir como base para la síntesis de una gran variedad de productos con un alto valor añadido y con un gran potencial para ser usados en aplicaciones de envases en la industria alimentaria.
Fases
Así, en el marco de BioNanocel se establecerá primero un sistema para sacar y purificar la celulosa de restos de poda de olivo, tallos de girasol y plantas de algodón. Una vez obtenida, el siguiente paso será la formulación de los compuestos de valor añadido. Es el caso, por ejemplo, de nanocelulosa o de acetato de celulosa. Estos materiales recibirán un tratamiento de manera que puedan transformarse en los envases de los que se ha hablado al principio.
Desde Andaltec señalan que gracias a este proyecto se podrá demostrar que el plástico es la mejor materia prima para la producción de envases. A su bajo coste y efectividad puede sumar el aspecto de sostenibilidad que es capaz de aportar. Esto último, por su origen vegetal, su compostabilidad, y por el menor uso de recursos (agua) y de emisiones de CO2 en su producción.
El proyecto BioNanocel sigue las directrices de la Estrategia Europea sobre Plásticos de la Unión Europea.
*Para más información: www.andaltec.org